De planilandia a espaciolandia. Descubriendo la usabilidad (II)
Sería injusto trasladar la llegada a este punto sola… Tenía mucho que ver todo lo que aprendí en la carrera de Bellas Artes y mis años en Ciencias Físicas y sobretodo mi profesor en Trazos -José A. Gilarranz, experto en los inicios del mundo digital- que hizo acercarme a este nuevo mundo con la perspectiva de que todo era posible.
Seguramente las circunstancias eran excepcionalmente buenas y disponíamos de “todo” para hacer aquello que queríamos.
Así que junto con quien me enseñó decidimos empezar algo nuevo y diferente.
Pasamos varios meses dándole vueltas -ya teníamos la pequeña agencia de publicidad- y dábamos servicios globales de digitalización y diseño pero yo seguía con la idea de fundar una revista online y obtuve todo el apoyo de mi socio para hacerlo.
No siempre se cuenta con un experto en nuevas tecnologías que además posee un gusto estético excepcional.
Así y tras muchas listas de nombres e ideas apareció Alevosía, una revista digital para mujer, la cual tardamos en dar forma aproximadamente tres meses para decidir su enfoque, su diseño y sus contenidos.
Ningún inversor, ningún experto en negocio, sólo creatividad, conocimiento y entusiasmo.
Íbamos a trabajar el nuevo portal exclusivamente en flash lo que implicaba mucho trabajo para poder actualizar las páginas y ofrecer nuevos contenidos semanalmente.
Todos estos contenidos implicarían y emprenderían un acercamiento con el usuario y una interactividad con él. Queríamos impactar, divertir, hacer soñar y que quien nos visitara viera algo que nunca antes había visto y por supuesto que no olvidara volver a visitarnos…
Continuará… Con cariño, Silvia Barroso